«Sólo en comunión fructifica el carisma» EG 130

Celebración de la Conversión de San Pablo


Imagen de San Pablo Apóstol, obra de Victorio Macho, que se venera en la Parroquia de La Sagrada Familia de Albacete

Ayer, 25 de enero, Día de la Conversión de San Pablo, Patrón del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, la Escuela de Cursillos de Albacete conmemoró dicha festividad con la celebración de la Santa Misa en la Parroquia de la Sagrada Familia oficiada por el consiliaro diocesano del movimiento  y después con una cena de hermandad.




                               



25 de Enero
LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO



Éste es un vaso de elección que elegí para que lleve mi nombre ante los gentiles.
(Hechos 9, 15)

San Pablo es derribado en el camino a Damasco, y de perseguidor de cristianos se convierte en apóstol de Cristo. El Señor le envía a Ananías para devolverle la vista y administrarle el santo Bautismo. El Apóstol novel permanece algunos días con los discípulos de Damasco, y, enseguida, se pone a predicar a Jesús en las sinagogas, asegurando que es el Hijo de Dios.
MEDITACIÓN SOBRE LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO
I. Dios llama a San Pablo derribándolo por tierra y elevándolo hasta el tercer cielo. Ya no ve a las creaturas pues ha visto a Dios. ¿Quieres convertirte? Escucha la voz de Dios que te habla; cuando te arrebata tus placeres, tus parientes, tus amigos, son rayos que recibes que te advierten cierres los ojos a las cosas de este mundo y eleves tu mirada hacia los cielos. Cuántas veces ha dicho Jesucristo en el fondo de tu corazón:“¡Desventurado! ¿por qué me persigues?”.
II. San Pablo escucha la voz de Dios, y le responde: Señor, ¿quién eres tú? Examina las inspiraciones que sientes. ¿Son de Dios? ¿Es la voz de la vanidad o la de Jesucristo la que te llama a esta obra al parecer tan santa? Desde que hayas reconocido la voz de Jesucristo, dile con San Pablo:“Señor, ¿qué quieres que haga?”.
III. San Pablo ejecuta con prontitud aquello que se le manda. Escucha a Ananías, recibe el bautismo e, inmediatamente, da testimonio de Aquél que lo ha llamado de las tinieblas a la luz. ¿Quieres tener éxito en tu conversión? No te demores, vete a buscar un prudente y sabio director espiritual; él será el intérprete de la voluntad de Dios. No tardes, alma mía, en convertirte al Señor, ni lo difieras de día en día (Eclesiástico)


Fuente: http://www.tradicioncatolica.com/



Pastoral de Conjunto y Función de Cursillos en la 
Pastoral de la Iglesia



4.- Cursillos se sitúa en el ámbito de lo Kerigmático, pues lo que pretende es el anuncio del Mensaje, concretamente de lo Fundamental Cristiano, hecho desde el testimonio de quienes han experimentado en su vida una transformación real tras el encuentro con el Señor, mediante un estilo vivencial y talante gozoso, con el objetivo de propiciar la conversión o adhesión personal a Jesucristo en el destinatario del Mensaje.



Los destinatarios del Cursillo han de ser tanto los bautizados (estén o no integrados en parroquias, movimientos u otras comunidades) que viven sin energía su cristianismo o que se encuentran en un estado de indiferencia religiosa, como los no bautizados o los que se han situado negando la existencia de Dios (ateos) o la posibilidad de verificar  su existencia (agnósticos) pero que están llamados a vivir la fe.
Más aún, Cursillos (en la vida y acción pastoral de la Iglesia) reconoce y asume que ha sido enviado para realizar, con nuestro propio método, el 'Primer Anuncio', y tener conciencia como movimiento de que es un don suscitado por Dios para evangelizar al hombre de nuestro tiempo y que nosotros, alegre y responsablemente, hemos de ofrecerlo y queremos hacerlo a todas nuestras Iglesias Diocesanas en esta hora en que se nos llama a una Nueva Evangelización.


Fuente: El Movimiento de Cursillos de Cristiandad en la Pastoral de la Iglesia Diocesana




PASTORAL DE CONJUNTO Y FUNCIÓN DE CURSILLOS EN LA PASTORAL DE LA IGLESIA




3. Siendo la Iglesia un comunidad, no cabe en ella ni el aislamiento ni los individualismos; siendo un cuerpo orgánico, no cabe en ella separación, sino integración. Por eso, la Iglesia insiste en la urgencia de lograr la llamada Pastoral orgánica o Pastoral de conjunto, es decir, la coordinación e íntima conexión de todas las obras de apostolado, en torno a criterios comparativos y objetivos comunes, bajo la dirección de los Obispos, de suerte que todas las empresas o instituciones apostólicas consigan la mayor eficacia, construyan, y resplandezca al mismo tiempo, la unidad.
Cursillos es un movimiento de Iglesia que nació de un plan pastoral al calor de una comunidad cristiana presidida po un Obispo. Es por ello que el M.C.C. no olvida que su misión no puede ser improvisada ni dispersa y, fiel a su mentalidad, finalidad y método, debe estar al servicio de la Pastoral orgánica de la diócesis, al tiempo que debe colaborar en la planificación y ejecución de sus planes pastorales, debiendo hacerse por nuestra parte todo el esfuerzo posible por conjugar nuestra fidelidad a la identidad del M.C.C. con la inserción real en la vida de nuestras diócesis, de manera que no se nos pueda considerar un agente aparte, disperso, aislado de la comunidad eclesial.




Fuente: EL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD EN LA PASTORAL DE LA IGLESIA DIOCESANA




MISIÓN EVANGELIZADORA DE LA IGLESIA



1.- La Iglesia, depositaria y continuadora de la Misión del Señor, la cumple [la Misión] a través de la variedad de carismas a través de los tiempos y sigue suscitando, en orden a la propia edificación de la Iglesia, y a las necesidades del mundo, el bien de los hombres.

2.- Es servicio fundamental y constitutivo de la propia Iglesia el de la evangelización, que no sólo consiste en el anuncio del Evangelio a cuantos conocen a Cristo, sino que forman parte constitutiva de ella la celebración de nuestra Fe (Vida Litúrgica) y la transformación de la sociedad. La llamada a una evangelización es sentida hoy como nunca una tarea urgente y prioritaria en todas las iglesias y amplios sectores de fieles.



En la presentación del Mensaje Cristiano, hay varios momentos o fases perfectamente delimitados que, siguiendo un orden lógico, serían:
        - Kerigma (Primer Anuncio del Mensaje).
        - Catequesis (Maduración de la Fe).
        - Teología (Profundización del Mensaje).

Kerigma y Catequesis se complementan mutuamente.



Fuente: EL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD EN LA PASTORAL DE LA IGLSIA DIOCESANA




El EVANGELIO PARA LOS CATÓLICOS ALEJADOS



EVANGELIZAR A LOS CATÓLICOS...

La Iglesia Universal nos alienta a acercarnos a todos los bautizados. “Es tiempo de nueva evangelización también para Occidente, donde muchos que han recibido el bautismo viven completamente fuera de la vida cristiana y siempre más personas conservan ciertamente un vínculo con la fe, pero conocen poco o mal sus fundamentos... Se trata, en concreto, de países y naciones del llamado Primer Mundo, en el que [las condiciones promueven] una existencia vivida ‘como si no hubiera Dios".

Evangelizar significa abrir conscientemente las puertas que pueden llevar a una nueva fe a los católicos inactivos. Significa identificar, fortalecer y usar fructíferamente siete puertas a la vida parroquial, o siete etapas complementarias en el proceso de evangelización parroquial. Estas etapas no son nuevas, y tienen sus raíces en el Nuevo Testamento y en la enseñanza de la Iglesia.


Nuevos métodos y nuevas formas expresivas



“Es necesario buscar nuevos métodos y nuevas formas expresivas para transmitir al hombre contemporáneo la perenne verdad de Jesucristo, siempre nuevo, fuente de toda novedad… El renovado dinamismo de las comunidades cristianas dará un nuevo impulso también a la actividad misionera (missio ad gentes), urgente hoy más que nunca, considerando el alto número de personas que no conocen a Jesucristo, no sólo en tierras lejanas, sino también en los países de antigua evangelización”.

(Mons. Nikola Eterovic, Secretario General del Sínodo de los Obispos, en el Prefacio al Instrumentum laboris de la XIII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema: “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana” (7 - 28 octubre 2012).

Fuente: diocesisdecanarias.es



¿Merecen credibilidad
los Evangelios que conocemos?


Alfonso Aguiló www.interrogantes.net

        No voy a ser yo quien niegue ahora la existencia de Jesucristo. ¿Pero cómo sabemos que los Evangelios merecen credibilidad sobre lo que hizo y lo que dijo?
        Un libro histórico -como son los Evangelios- merece credibilidad cuando reúne tres condiciones básicas: ser auténtico, verídico e íntegro. Es decir, cuando el libro fue escrito en la época y por el autor que se le atribuye (autenticidad), el autor del libro conoció los sucesos que refiere y no quiere engañar a sus lectores (veracidad) y, por último, ha llegado hasta nosotros sin alteración sustancial (integridad).
        Los Evangelios parecen auténticos, en primer lugar, porque solo un autor contemporáneo de Jesucristo o discípulo inmediato suyo pudo escribirlos. Si se tiene en cuenta que en el año 70 Jerusalén fue destruida y la nación judía desterrada en masa, difícilmente un escritor posterior, con los medios que entonces tenían, habría podido describir bien los lugares; o simular los hebraísmos que figuran en el griego vulgar en que está redactado casi todo el Nuevo Testamento; o inventarse las descripciones que aparecen, tan ricas en detalles históricos, topográficos y culturales, que han sido confirmadas por los sucesivos hallazgos arqueológicos y los estudios sobre otros autores de aquel tiempo. Los hechos más notorios de la vida de Jesús son perfectamente comprobables mediante fuentes independientes de conocimiento histórico.
        Respecto a la integridad de los Evangelios, nos encontramos ante una situación privilegiada, pues desde los primeros tiempos los cristianos hicieron numerosas copias en griego y en latín, para el culto litúrgico y la lectura y meditación de las escrituras. Gracias a ello, los testimonios documentales del Nuevo Testamento son abundantísimos. En la actualidad se conocen más de 6.000 manuscritos griegos. Hay además unos 40.000 manuscritos de traducciones antiquísimas a diversas lenguas (latín, copto, armenio, etc.), que dan fe del texto griego que tuvieron a la vista los traductores. Nos han llegado 1.500 leccionarios de Misas que contienen la mayor parte del texto de los Evangelios distribuido en lecturas a lo largo de todo el año. Y a todo ello hay que añadir las frecuentísimas citas del Evangelio en obras de escritores antiguos, que son como fragmentos de otros manuscritos anteriores perdidos para nosotros.
        Toda esta variedad y extensión de testimonios de los Evangelios constituye una prueba históricamente incontrovertible. Si lo comparáramos, por ejemplo, con lo que conocemos de las grandes obras clásicas, veríamos que los manuscritos más antiguos que se conservan de esas obras son mucho más distantes de la época de su autor. Por ejemplo: Virgilio (siglo V, unos 500 años después de su redacción original), Horacio (siglo VIII, más de 900 después), Platón (siglo IX, unos 1400), Julio César (siglo X, casi 1100), y Homero (siglo XI, del orden de 1900 años después). Sin embargo, hay papiros de los Evangelios datados en fechas muy cercanas a su redacción original (gracias a los avances de los estudios filológicos, se pueden datar con gran precisión): el Códice Alejandrino, unos 300 años después; el Códice Vaticano y el Sinaítico, unos 200; el papiro Chester Beatty, entre 125 y 150; el Bodmer, aproximadamente 100; y el papiro Rylands, finalmente, dista tan solo 25 o 30 años.
        Pero, aunque los manuscritos sean muchos y muy antiguos, siempre los copistas pudieron hacer interpolaciones o deformar algunos pasajes. Supongo que no se puede asegurar que haya una certeza total sobre el texto que conocemos.
        Ten en cuenta que, habiendo tantísimas copias y de procedencia tan diversa (son decenas de miles, en varios idiomas, y encontradas en lugares y fechas muy distantes), es facilísimo desenmascarar al copista que hace alguna alteración del texto, porque difiere de las demás copias que nos han llegado. Han aparecido, de hecho, un reducido número de falsificaciones o copias apócrifas, pero siempre se han detectado con facilidad gracias a la prodigiosa coincidencia del resto de las versiones.
        Así se ha venido comprobando a lo largo del propio proceso histórico de descubrimiento de los diversos manuscritos. Por ejemplo, en el siglo XVI se hicieron numerosas ediciones impresas basadas en profundos estudios críticos sobre copias manuscritas, algunas de las cuales se remontaban hasta el siglo VIII, que era lo más antiguo que se conocía entonces. Posteriormente se encontraron códices de los siglos IV y V, y concordaban sustancialmente con aquellos textos impresos. Más adelante, se han ido encontrando cerca de cien nuevos papiros escritos entre los siglos II y IV, la mayoría procedentes de Egipto, que han resultado coincidir también de forma sorprendente con las copias que se tenían.
        Teniendo en cuenta la muy diversa procedencia de cada uno de esos documentos -repito que son decenas de millares, procedentes de lugares muy distintos-, cabe deducir que la prodigiosa coincidencia de todas las versiones que nos han llegado es un testimonio aplastante de la veneración y fidelidad con que se han conservado los Evangelios a lo largo de los siglos, así como de su autenticidad e integridad indiscutibles. El Nuevo Testamento es, sin comparación con cualquier otra obra literaria de la antigüedad, el libro mejor y más abundantemente documentado.

                                                                                   
Fuente: Religión en Libertad

EL BAUTISMO DEL SEÑOR

El Bautismo de Cristo - Murillo


Ya se han terminado los evangelios de la infancia. Ahora empieza la vida pública de Jesús. Pero, ¿quién es Jesús?
En los textos de este domingo se dan tres definiciones preciosas: 'Mi Siervo, a quien sostengo, mi Elegido, a quien prefiero. Sobre Él he puesto mi espíritu' (Isaías 42, 1-4.6-7). 'Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él' (Hechos 10, 34-38). 'Mi Hijo amado, mi Predilecto' (San Marcos 1, 7-11).
[...] Nosotros creemos que lo que habla Jesús, lo que hace, lo que anuncia, lo que cura, tiene una explicación: 'Dios estaba con Él'. Y esta es la fe de Pedro, sencilla y absolutamente profunda.
Jesús sólo se explica desde Dios. Es el Viento de Dios lo que Le llena y Le arrastra, es el corazón de Dios el que se revela en Su corazón, es la Palabra de Dios la que pronuncian Sus labios.
Este es el último prólogo que ponen los evangelistas, y el mejor: seguimos a Jesús porque creemos que Dios estaba con Él.
Fuente: Calendario del Corazón de Jesús.


LOS 7 TIPOS DE ESCENARIOS PARA EVANGELIZAR

No es lo mismo tratar con tu jefe que con tus colegas.
II 
(Continuación)




Según Fray Nelson Medina

4. Con amigos que hemos escogido: modelo horizontal voluntario
Es la situación que se da con los amigos que escogimos, iguales que libremente nos hemos asociado por aficiones comunes que nos apasionan: el club de montañismo, o de lectura, o el club de fans de tal película o cantante, o los que jugamos a cartas, o vamos juntos al fútbol.

Igual que Jesús acompañaba a los caminantes de Emaús y les escuchaba cuando expresaban sus inquietudes, así los cristianos deben acompañar a sus amigos en mil clubes, asociaciones, grupos de amistad...

Consiste en acompañar y escuchar los dolores de los demás, cuando llegan. Es una forma muy eficaz de evangelizar y estar presente con los hombres. Los curas lo tienen más difícil, mientras que aquí los laicos, especialmente los jóvenes, que aún no tienen niños que atender, lo tienen mucho más fácil.

"Joven, te animo a apuntarte a muchos grupos y diversiones; siempre que sean sanas y sepas que no son un peligro para ti, apúntate, no te quedes solo en tu grupito cristiano", dijo Fray Nelson a los 250 jóvenes que se agrupaban en el centro del Auditorium de la Casa de Campo. "Jóvenes, allí hay mucha gente que no conoce a Jesús, y es casi seguro que tú eres lo único que tiene jesús para llegar a ellos".

5. Con desconocidos que no te buscaban: misión activa
Esta es la situación que se da en la evangelización puerta a puerta, en la evangelización callejera, etc... Ir repartiendo folletos, predicando a Jesucristo y su salvación, quizá con ayuda de mimos, música... Tratas con desconocidos que no han pedido recibir esta información.

Fray Nelson da solo tres recomendaciones.

1) Hay que anunciar a Jesús, no a tu movimiento. Si a esa persona no le gusta tu estilo particular, no hay que darla por perdida, sino ofrecerle otros estilos igualmente católicos. "Si no le gusta la batería y la pandereta, llévala a algo con órgano e incienso; da igual mientras se acerque a Cristo".

2) Hay que hablar de arrepentimiento y de perdón de los pecados. Jesús no vino "a que te sientas bien" sino a perdonar tus pecados. Si alguien dice "yo es que con mis aromaterapias siento lo mismo que tú con tus alabanzas a Dios; es la misma cosa", hay que decirle que no: que el pecado existe, hay que arrepentirse de él y pedir a Cristo que te perdone y salve.

3) El anuncio de Cristo debe incluir su Cruz, y también su Resurrección, sin rebajas.

6. Con personas que buscan saber: misión pasiva
Se da muy pocas veces: cuando una persona se acerca y te pregunta: "explícame más de Jesús, de Dios, de la Iglesia". En Pentecostés se dio cuando después de predicar San Pedro la gente le preguntaba: "¿y ahora qué hemos de hacer?"

La respuesta es: conversión (cambio de vida), y bautismo (o pasar por el confesionario), y llenarse de Espíritu Santo. El cambio de vida implica cambiar hábitos, horarios, cosas concretas y reales... Como dice Alcohólicos Anónimos: "si nada cambia, nada cambia". Es decir, si sigues teniendo una botella bajo la cama, si sigues volviendo a casa pasando por la esquina del bar, seguirás bebiendo. Hay que cortar con los hábitos malos: tú busca la forma, que Dios dará la fuerza.

7. Encuentro fortuito
Es el caso que se da cuando compartimos un rato de conversación con el taxista, un viajero en el metro o el autobús, un rato esperando en una cola...

Consiste en aprovechar el tiempo de conversación, que se te vea la camiseta cristiana, que le puedas invitar a algún acto, grupo, ocasión de encuentro con Dios, recomendarle tu web, tomar su correo o teléfono para invitarle, si quiere. Fray Nelson contó el caso de un americano llegado a Moscú para evangelizar. No sabía casi nada de ruso, así que al taxista, que sabía un poco de inglés, le preguntaba: "cómo se dice pecado", "cómo se dice Jesús", "cómo se dice Jesús te salva del pecado"... así evangelizó al taxista y adquirió vocabulario para evangelizar ya en el hotel.

Y, por supuesto, en los siete escenarios, oración.


LOS 7 TIPOS DE ESCENARIOS PARA EVANGELIZAR
No es lo mismo tratar con tu jefe que con tus colegas.
I



Según Fray Nelson Medina.

Tratar con superiores, con subordinados, con iguales que no hemos escogido, con nuestros seres queridos, con desconocidos... cada situación requiere un trato distinto.

Fray Nelson Medina nació en Bogotá, Colombia, en 1965. Se ordenó sacerdote dominico en 1992 y desde 2009 es prior del convento dominico de Chiquinquirá, Colombia. Es un veterano predicador y evangelizador, con retiros, grabaciones y años de debates y foros en Internet. En algunas de sus charlas a evangelizadores habla de los "Siete escenarios para evangelizar", que resumimos a continuación.

LOS 7 ESCENARIOS DE LA EVANGELIZACIÓN

1. Con tus superiores: el escenario vertical ascendente

Es la situación que se da cuando queremos evangelizar a nuestros jefes en el trabajo, a nuestros padres, a nuestros políticos...

La fórmula bíblica a usar en este caso es la de 1 Pedro 2, 18-25, consejos que se dan a una comunidad cristiana que vive bajo gobernantes paganos. "Sed sumisos", "soportad el sufrimiento", "Cristo no amenazaba cuando le maltrataban..." Los cristianos deben ser sumisos, mansos, ante el poder, no levantiscos. Hay una excepción a esta mansedumbre: "debemos obedecer a Dios antes que a los hombres".

Buena parte de la antigua teología de la liberación fracasó porque hablaba de insubordinarse, de tomar el poder. Pero los primeros cristianos no hacían células para derrocar al César, sino que vivían de tal forma que cambiaron la sociedad. Los esclavos convirtieron a las matronas romanas con su ejemplo, y ellas convirtieron al Imperio. Los cristianos tienen que participar en política, en la sociedad, pero no deben idolatrar el poder: la toma del poder no evangelizará el mundo. Ser un trabajador brillante y modélico sí puede evangelizar a tu jefe, a tus padres.

2. Con tus subordinados: el modelo vertical descendente
Es la situación que se da, por ejemplo, cuando un padre intenta transmitir la fe a sus hijos, o un profesor a sus alumnos, un catequista a sus chavales de comunión...

La fórmula bíblica adecuada es Efesios 6,1-9: "Padres, no exasperéis a los hijos; formadlos con instrucción; amos, tratad a vuestros esclavos sin amenazas, recordad que tenéis un Amo en el Cielo". "No exasperar" implica conocer los límites de nuestros subordinados, y no rebasarlos. "Instrucción" significa explicar los porqués, razonar las cosas, no limitarse a aplicar la autoridad. Esta formación a los subordinados implica también los sentimientos y los afectos, no solo lo intelectual. Y en esta situación siempre hay que reconocer que los corazones y el don de la Fe pertenecen a Dios: es Él quien evangeliza en realidad. Así que hay que ser paciente con nuestros hijos, alumnos, pupilos, etc... y sin forzarlos, darles oportunidades para que Dios actúe.

3. Con iguales que no escogimos: modelo horizontal forzoso
Es la situación que se da con nuestros vecinos, los hermanos de nuestra familia, los compañeros de clase y los de trabajo. No los hemos escogido, nos ha tocado compartir oficina, casa, vecindario con ellos. Son nuestros iguales y no tenemos ninguna autoridad sobre ellos.

La fórmula bíblica adecuada es el capítulo 27 de Hechos de los Apóstoles, en concretos los versículo 9-12 y 20-26. Es la experiencia de San Pablo como uno más a bordo de un barco que luego naufraga por no seguir sus consejos. Cada vez que Pablo se dirige al capitán del barco y la tripulación empieza diciendo: "amigos...". Les llama amigos y luego explica su testimonio, sus sentimientos y con un discurso positivo: "amigos, ánimo, yo tengo fe".


Como iguales, hemos de reconocer que "vamos en el mismo barco": el mismo país, la misma empresa, el mismo proyecto... Compartimos humanamente la amistad, la solidaridad. ¡Y participamos! Participamos en política, en la economía, nos sentimos vinculados a la sociedad, no nos retiramos a un gueto cristiano a esperar el fin de los tiempos. Pablo participa con la humildad de ser un pasajero más en el barco. Espera, espera, espera... y cuando llega el momento actúa. Ese momento puede ser una enfermedad, la muerte de un pariente, alguien que se hace preguntas profundas... ahí, la persona, nuestro igual, está dispuesta a escuchar a un igual, un amigo, un compañero. Esta es la ocasión de evangelizar. Así, Pablo no puede hacer gran cosa, excepto ser un pasajero más... hasta que naufragan. Y entonces están dispuestos a escuchar a Dios, y entonces actúa Pablo.


Porque eran como ovejas que no tienen pastor


Hoy, Jesús nos muestra que Él es sensible a las necesidades de las personas que salen a su encuentro. No puede encontrarse con personas y pasar indiferente ante sus necesidades. El corazón de Jesús se compadece al ver el gran gentío que le seguía «como ovejas que no tienen pastor» (Mc 6,34). El Maestro deja aparte los proyectos previos y se pone a enseñar. ¿Cuántas veces nosotros hemos dejado que la urgencia o la impaciencia manden sobre nuestra conducta? ¿Cuántas veces no hemos querido cambiar de planes para atender necesidades inmediatas e imprevistas? Jesús nos da ejemplo de flexibilidad, de modificar la programación previa y de estar disponible para las personas que le siguen.

El tiempo pasa deprisa. Cuando amas es fácil que el tiempo pase muy deprisa. Y Jesús, que ama mucho, está explicando la doctrina de una manera prolongada. Se hace tarde, los discípulos se lo recuerdan al Maestro y les preocupa que el gentío pueda comer. Entonces Jesús hace una propuesta increíble: «Dadles vosotros de comer» (Mc 6,37). No solamente le preocupa dar el alimento espiritual con sus enseñanzas, sino también el alimento del cuerpo. Los discípulos ponen dificultades, que son reales, ¡muy reales!: los panes van a costar mucho dinero (cf. Mc 6,37). Ven las dificultades materiales, pero sus ojos todavía no reconocen que quien les habla lo puede todo; les falta más fe.

Jesús no manda hacer una fila de a pie; hace sentar a la gente en grupos. Comunitariamente descansarán y compartirán. Pidió a los discípulos la comida que llevaban: sólo son cinco panes y dos peces. Jesús los toma, invoca la bendición de Dios y los reparte. Una comida tan escasa que servirá para alimentar a miles de hombres y todavía sobrarán doce canastos. Milagro que prefigura el alimento espiritual de la Eucaristía, Pan de vida que se extiende gratuitamente a todos los pueblos de la Tierra para dar vida y vida eterna.

Fuente: D. Xavier SOBREVÍA i Vidal (Evangeli.net)




Los Reyes Magos


Adoración de los Reyes Magos - Giotto


Los magos de Oriente son personajes citados en la Biblia, en el Nuevo Testamento. Es poco lo que realmente se sabe de ellos: se ignora cuantos eran y de qué tierras proceden. Escrituralmente, solo es sabido de ellos que cuenta el Evangelio de San Mateo:
Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos que acaba de nacer? (Mateo 2,1-2).
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. 
La tradición cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, que iban guiándose por una estrella que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciendo oro (presente conferido a los reyes), incienso (empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos). 
Antes de llegar, en la ciudad de Jerusalén, encontraron al gobernador Herodes el Grande, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño, para poder ir él también a adorarle. (En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes).
La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los tres reyes magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio.
Parece ser que por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran dos, cuatro, siete y hasta doce.
La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Melchor, Gaspar, Baltasar...



Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad y representantes de las tres edades del hombre.
La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los Evangelios Apócrifos. Según la tradición esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes procedían del lugar donde se encontraba el Preste Juan.
Otra leyenda cuenta que después de la Resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba (India), que fueron bautizados y que se les consagró obispos; después fueron martirizados en el año 70 y fueron depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, las trasladó a Colonia, donde hoy reposan sus cenizas con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia.
Actualmente en la catedral de Colonia, se veneran los supuestos restos de los Reyes Magos en una urna dorada colocada en el altar mayor.
Si bien parece contradictorio que practicantes de la magia (severamente amonestada tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento) sean admitidos como adoradores del Mesías, el término griego no era utilizado preponderantemente para referirse a los hechiceros; se utiliza, en este caso para referirse a hombres sabios (cual se los llama en diversas versiones de la Biblia en inglés), o más específicamente, hombres de ciencia. De hecho, también poseían conocimiento de las Escrituras (Mateo 2:5-6).
San Mateo nos deja ver que eran astrónomos que conocían con precisión el movimiento de la estrella. Aunque bien intencionados, su visita es causa de turbación general y del celo de Herodes (2:3). A pesar de ser anciano y de haber reinado ya por más de treinta años, Herodes les ruega que averigüen el sitio preciso del nacimiento del Mesías (2:8) con el fin de acabar con su potencial sucesor. Los sabios, que no sospechan esto, encuentran al Niño, al cual adoran y obsequian oro, incienso y mirra (2:11), pero prevenidos por un ángel (2:12), no regresan con Herodes. Iracundo, el rey manda a matar a los niños menores de dos años. Para entonces, José ha sido avisado en sueños (2:13) de huir a Egipto con los suyos.
A partir de ese relato, tanto la Iglesia Católica como el vulgo en general han ido elaborando una historia sobre los hechos y la personalidad de estas tres figuras, incluyendo el presunto estatus real.
Desde muy antiguo el tema de los Reyes Magos ha sido ejecutado por artistas pintores y escultores. Les han representado en número de tres, cuatro, y en algún caso (pocos) en número de dos. Actualmente existe en el mundo un monumento a la figura de los reyes magos, se encuentra en la localidad alicantina de Ibi, España.

 Fuente: ReyesMagos.yaia.com


6 de Enero 
Epifanía del Señor



Tras la visita de los pastores al portal de Belén, tras el anuncio de la legión celestial, llega la de los príncipes de oriente. Una estrella les señala la llegada del nacimiento del hijo de Dios, y recorren miles de kilómetros hacia occidente hasta dar en Jerusalén con la profecía de su nacimiento en Belén. Llegan a este pequeño pueblo y encuentran al pobre niño en un pesebre, al que adoran y llevan sus prebendas.

Es una festividad cargada de simbolismo. Los magos representan a los que buscan a Dios, siguiendo los signos que anuncian al Mesías. Son, además, de tierras lejanas, vienen a adorar a un Dios universal. Y dejan todo por embarcarse en un viaje inseguro y lleno de dificultades, pero que les conduce final- mente a Dios.

Fuente: Buigle



La Celebración de la Fiesta de la 
Epifanía del Señor

Desde tiempos muy remotos, tanto en Oriente como en Occidente –a excepción de la ciudad de Roma y, probablemente, de las provincias de África–  la Iglesia celebró el día 6 de enero la manifestación de Dios al mundo, fiesta posteriormente conocida como Epifanía. En efecto, ya en el siglo II se encuentran referencias acerca de una conmemoración del bautismo de  Jesús, por parte de algunas sectas gnósticas. De todos modos, habrá que esperar hasta la segunda mitad del siglo IV para recoger los primeros testimonios procedentes de ámbitos ortodoxos.
El origen de la solemnidad de Epifanía es bastante oscuro. Una tras otra se han sucedido las más variadas hipótesis, como que la fiesta surgió dentro del proceso de inculturación de la fe, como cristianización de una celebración pagana del Sol naciente, de gran arraigo en la región oriental del Imperio.
Muy pronto, en Occidente, la fiesta de Epifanía revistió un triple contenido teológico, como celebración de la manifestación a los gentiles del Dios encarnado –adoración de los Reyes Magos–, manifestación de la filiación divina de Jesús –bautismo en el Jordán– y manifestación del poder divino del Señor – milagro de las bodas de Caná–. En Oriente, con la introducción de la fiesta de la Navidad, el 25 de diciembre, la solemnidad de Epifanía perdió su carácter de celebración del nacimiento de Cristo, y se centró en la conmemoración del Bautismo en el Jordán.
En la Iglesia romana, la celebración litúrgica de la Epifanía gira hoy día en torno a la universalidad del designio salvífico divino. Así, las lecturas refieren la vocación salvífica de los gentiles, ya anunciada por los profetas (Is 60: 1-6) y realizada plenamente en Cristo (Ef 3: 2-3. 5-6 y Mt 2: 1-12). Esta misma perspectiva puede advertirse en los textos eucológicos.
Fuente: Primeros Cristianos

Domingo II después de Navidad




La Palabra encarnada, Jesucristo, es un don del Padre. En esta frase intento resumir el sentido de la liturgia de este segundo domingo después de Navidad. El Padre nos ha bendecido con toda clase de bienes espirituales, entre los que sobresale el don mesiánico, por medio de Cristo (segunda lectura). En la historia de las bendiciones divinas, que corresponde con la historia del hombre, Dios se ha dado como don de Sabiduría, primeramente al pueblo de Israel (primera lectura) y luego al pueblo cristiano, ya que Jesucristo es Sabiduría de Dios, el único que ha visto a Dios y que nos lo puede revelar (Evangelio). En esa misma larga historia, Dios se nos ha dado como Palabra eterna, que ha tomado carne mortal en Jesús de Nazaret (Evangelio).

Fuente: Catholic.net