LOS 7 TIPOS DE ESCENARIOS PARA
EVANGELIZAR
No es lo mismo tratar con tu jefe que con tus colegas.
II
(Continuación)
Según
Fray Nelson Medina
4. Con amigos que hemos
escogido: modelo horizontal voluntario
Es la situación que se da con
los amigos que escogimos, iguales que libremente nos hemos asociado por
aficiones comunes que nos apasionan: el club de montañismo, o de lectura, o el
club de fans de tal película o cantante, o los que jugamos a cartas, o vamos
juntos al fútbol.
Igual que Jesús acompañaba a
los caminantes de Emaús y les escuchaba cuando expresaban sus inquietudes, así
los cristianos deben acompañar a sus amigos en mil clubes, asociaciones, grupos
de amistad...
Consiste en acompañar y
escuchar los dolores de los demás, cuando llegan. Es una forma muy eficaz de
evangelizar y estar presente con los hombres. Los curas lo tienen más difícil,
mientras que aquí los laicos, especialmente los jóvenes, que aún no tienen
niños que atender, lo tienen mucho más fácil.
"Joven, te animo a
apuntarte a muchos grupos y diversiones; siempre que sean sanas y sepas que no
son un peligro para ti, apúntate, no te quedes solo en tu grupito
cristiano", dijo Fray Nelson a los 250 jóvenes que se agrupaban en el
centro del Auditorium de la Casa de Campo. "Jóvenes, allí hay mucha gente
que no conoce a Jesús, y es casi seguro que tú eres lo único que tiene jesús
para llegar a ellos".
5. Con desconocidos que no te
buscaban: misión activa
Esta es la situación que se
da en la evangelización puerta a puerta, en la evangelización callejera, etc...
Ir repartiendo folletos, predicando a Jesucristo y su salvación, quizá con
ayuda de mimos, música... Tratas con desconocidos que no han pedido recibir
esta información.
Fray Nelson da solo tres
recomendaciones.
1) Hay que anunciar a Jesús,
no a tu movimiento. Si a esa persona no le gusta tu estilo particular, no hay
que darla por perdida, sino ofrecerle otros estilos igualmente católicos.
"Si no le gusta la batería y la pandereta, llévala a algo con órgano e incienso;
da igual mientras se acerque a Cristo".
2) Hay que hablar de
arrepentimiento y de perdón de los pecados. Jesús no vino "a que te
sientas bien" sino a perdonar tus pecados. Si alguien dice "yo es que
con mis aromaterapias siento lo mismo que tú con tus alabanzas a Dios; es la misma
cosa", hay que decirle que no: que el pecado existe, hay que arrepentirse
de él y pedir a Cristo que te perdone y salve.
3) El anuncio de Cristo debe
incluir su Cruz, y también su Resurrección, sin rebajas.
6. Con personas que buscan
saber: misión pasiva
Se da muy pocas veces: cuando
una persona se acerca y te pregunta: "explícame más de Jesús, de Dios, de
la Iglesia". En Pentecostés se dio cuando después de predicar San Pedro la
gente le preguntaba: "¿y ahora qué hemos de hacer?"
La respuesta es: conversión
(cambio de vida), y bautismo (o pasar por el confesionario), y llenarse de
Espíritu Santo. El cambio de vida implica cambiar hábitos, horarios, cosas
concretas y reales... Como dice Alcohólicos Anónimos: "si nada cambia, nada
cambia". Es decir, si sigues teniendo una botella bajo la cama, si sigues
volviendo a casa pasando por la esquina del bar, seguirás bebiendo. Hay que
cortar con los hábitos malos: tú busca la forma, que Dios dará la fuerza.
7. Encuentro fortuito
Es el caso que se da cuando
compartimos un rato de conversación con el taxista, un viajero en el metro o el
autobús, un rato esperando en una cola...
Consiste en aprovechar el
tiempo de conversación, que se te vea la camiseta cristiana, que le puedas
invitar a algún acto, grupo, ocasión de encuentro con Dios, recomendarle tu
web, tomar su correo o teléfono para invitarle, si quiere. Fray Nelson contó el
caso de un americano llegado a Moscú para evangelizar. No sabía casi nada de
ruso, así que al taxista, que sabía un poco de inglés, le preguntaba:
"cómo se dice pecado", "cómo se dice Jesús", "cómo se
dice Jesús te salva del pecado"... así evangelizó al taxista y adquirió
vocabulario para evangelizar ya en el hotel.
Y, por supuesto, en los siete
escenarios, oración.