«Sólo en comunión fructifica el carisma» EG 130

4º domingo de cuaresma

La Parábola del Hijo Pródigo



Oh Dios nuestro y Dios de nuestros padres;
Que nuestra oración llegue a Ti.
Ya lo ves, Señor.
no somos ni audaces ni endurecidos,
ni te vamos a decir:
"somos inocentes, no tenemos pecados",
sino que lo confesamos: ¡hemos pecado!
Somos de verdad culpables:
hemos sido rebeldes a tu voluntad,
hemos abusado de tu confianza,
hemos blasfemado, hemos incitado al mal,
hemos calumniado al inocente,
hemos sido orgullosos,
hemos actuado con ira y violencia,
hemos afirmado cosas falsas,
hemos dado malos consejos y ejemplos,
hemos despreciado cosas respetables,
hemos desobedecido, hemos engañado,
hemos despreciado Tu Palabra,
hemos sido duros de corazón,
hemos cometido injusticias,
hemos oprimido al prójimo,
nos hemos entregado a la corrupción,
hemos cometido acciones vergonzosas,
hemos seguido malos caminos,
hemos rechazado a nuestro prójimo
y, para nuestra desdicha,
hemos abandonado tus mandamientos.
Tú, tan justo en todo lo que nos sucede
has seguido actuando siempre
con fidelidad y amor para con nosotros,
y nosotros te hemos olvidado y hemos pecado.
Dios y Padre nuestro,
que tu perdón descienda sobre nosotros,
porque Tú eres un Dios de misericordia
y ante Ti nos presentamos hoy
con corazón arrepentido y doliente.
¡Perdón, Señor, hemos pecado contra Ti!
 Fuente: Web Católico de Javier