«Sólo en comunión fructifica el carisma» EG 130

ORACIÓN DE FIN DE AÑO DE UN CREYENTE DESCONCERTADO
(Tal vez necesite hacer un 
Cursillo de Cristiandad)



Señor, antes de entrar en el bullicio y aturdimiento del fin de año, quiero esta tarde encontrarme contigo despacio y con calma.
Son pocas las veces que lo hago. Tú sabes que ya no acierto a rezar. He olvidado aquellas oraciones que me enseñaron de niño y no he aprendido a hablar contigo de otra manera más viva y concreta.

Señor, en realidad, ya no sé muy bien si creo en Ti. Han pasado tantas cosas estos años. Ha cambiado tanto la vida y he envejecido tanto por dentro... Yo quisiera sentirte más vivo y más cercano. Me ayudaría a creer. Pero me resulta todo tan difícil...

Y, sin embargo, Señor, yo te necesito. A veces me siento muy mal dentro de mí. Van pasando los años y siento el desgaste de la vida. Por fuera todo parece funcionar bien: el trabajo, la familia, los hijos. Cualquiera me envidiaría. Pero yo no me siento bien.

Ya ha pasado un año más. Esta noche comenzaremos un año nuevo, pero yo sé que todo seguirá igual. Los mismos problemas, las mismas preocupaciones, los mismos trabajos. Y así, ¿hasta cuándo?

¡Cuánto desearía poder renovar mi vida desde dentro! Encontrar en mí una alegría nueva, una fuerza diferente para vivir cada día. Cambiar, ser mejor conmigo mismo y con todos. Pero la experiencia me dice que no puedo esperar grandes cambios. Estoy demasiado acostumbrado a un estilo de vida. Ni yo mismo creo demasiado en mi transformación.

Por otra parte, Tú sabes cómo me dejo arrastrar por la agitación de cada día. Tal vez por eso no me encuentro casi nunca Contigo. Tú estás dentro de mí y yo ando casi siempre fuera de mí mismo. Tú estás conmigo y yo ando perdido en mil cosas.

Si al menos Te sintiera como mi mejor amigo... A veces pienso que eso lo cambiaría todo. Qué alegría si yo no Te tuviera esa especie de temor que no sé dónde brota, pero que me distancia tanto de Ti...

Señor, graba bien en mi corazón que Tú hacia mí sólo puedes sentir amor y ternura. Recuérdame desde dentro que Tú me aceptas tal como soy, con mi mediocridad y mi pecado, y que me quieres incluso aunque no cambie.

Señor, se me va pasando la vida, y a veces, pienso que mi gran pecado es no terminar de creer en Ti y en tu amor. Por eso, esta noche yo no Te pido cosas.

Sólo que despiertes mi fe, lo suficiente para creer que Tú estás siempre cerca y me acompañas.

Que a lo largo de este año nuevo no me aleje mucho de Ti. Que sepa encontrarte en mis sufrimientos y mis alegrías. Entonces tal vez cambiaré. Será un año nuevo.


Fuente: WebCatólicodeJavier


ORACIÓN DE FIN DE AÑO



Señor, Dios, Dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.

Mañana iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría para que, cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de TI.

Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.



Amén.


Fuente: WebCatólicodeJavier

Pifa (Sinfonía Pastoral)
El Mesías
G. F. Händel


London Philharmonic Orchestra. Dir. Karl Richter

"Había en aquellos campos unos pastores que pasaban la noche al raso velando sus rebaños por turnos. Un Ángel del Señor se les apareció, y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Entonces les entró un gran miedo, pero el Ángel les dijo:
- No temáis pues os anuncio una gran alegría, que lo será también para todo el pueblo: Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
Y de repente se juntó al Ángel una multitud del ejercito celestial, que alababa a Dios diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres que gozan de Su amor!".
San Lucas



28 de Diciembre
Jornada de la Sagrada Familia



"La cercanía de la Navidad nos recuerda que Dios quiso nacer en una familia. Cuánto podemos aprender de María y de José, y especialmente de su amor a Jesús. Ellos nos ayudan a redescubrir la vocación y la misión de la familia, de toda familia. Cada vez que una familia, en cualquier parte del mundo acoge este misterio, en ella actúa el misterio del Hijo de Dios que viene a salvar el mundo" 
Papa Francisco, Audiencia General del 17 de Diciembre de 2014.

Benedicto XVI presenta la figura de 

San Juan Apóstol



Juan formó siempre parte el grupo restringido -formado por Pedro y por su hermano Santiago- que acompañaba a Jesús en momentos decisivos de su vida terrena: como la transfiguración o la oración en el Huerto de los Olivos antes de la pasión. En la Última Cena reclinó su cabeza sobre el pecho de Jesús, según narra el cuarto Evangelio.
CIUDAD DEL VATICANO.

 

La lección del apóstol Juan, ser discípulo de Cristo es ser su amigo íntimo


El apóstol Juan enseña a los cristianos que ser discípulo de Cristo significa ser su amigo íntimo, explicó Benedicto XVI.
El Papa presentó a los 25.000 peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano con motivo de la audiencia general del miércoles 5 julio 2006, «una lección importante para nuestra vida» dejada por «el discípulo predilecto» de Jesús.
«El Señor desea hacer de cada uno de nosotros un discípulo que vive una amistad personal con Él. Para realizar esto no es suficiente seguirle y escucharle exteriormente; es necesario también vivir con Él y como Él», explicó el pontífice. 
«Esto sólo es posible en el contexto de una relación de gran familiaridad,penetrada por el calor de una confianza total», añadió al continuar con la serie de meditaciones que está ofreciendo sobre los doce apóstoles y los orígenes de la Iglesia. 
«Es lo que sucede entre amigos --insistió--: por este motivo, Jesús dijo un día: "Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos… No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer"».


El discípulo «predilecto»


Juan formó siempre parte el grupo restringido --formado por Pedro y por su hermano Santiago-- que acompañaba a Jesús en momentos decisivos de su vida terrena: como la transfiguración o la oración en el Huerto de los Olivos antes de la pasión. En la Última Cena reclinó su cabeza sobre el pecho deJesús, según narra el cuarto Evangelio.
Después, tras la resurrección se convirtió en testigo tanto de la tumba vacía como de la misma presencia del Resucitado al aparecerse a los discípulos que habían vuelto a pescar. Al ser juzgado ante el Sanedrín, junto a Pedro, responderá: «No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído».
«Esta franqueza para confesar su propia fe --constató el obispo de Roma-- queda como un ejemplo y una advertencia para todos nosotros para que estemos dispuestos a declarar con decisión nuestra inquebrantable adhesión a Cristo, anteponiendo la fe a todo cálculo humano o interés.
La tradición asegura que murió siendo anciano, bajo el emperador Trajano, en Éfeso, que hoy se encuentra en Turquía. Por este motivo, goza de gran veneración entre los cristianos de Oriente, que en sus iconos le presentan «en intensa contemplación, con la actitud de quien invita al silencio».
«De hecho --concluyó el Papa--, sin un adecuado recogimiento no es posible acercarse al misterio supremo de Dios y a su revelación».
«Que el Señor nos ayude a ponernos en la escuela de Juan para aprender la gran lección del amor de manera que nos sintamos amados por Cristo "hasta el final" y gastemos nuestra vida por Él», afirmó.
Fuente: Primeros Cristianos


  

A San Esteban se le llama "protomartir" porque fue el primer mártir de toda la historia católica. San Esteban era uno de los hombres de confianza de los apóstoles; habló y defendió muy bien a Jesús, que entre los judíos generó cierto desconcierto. Por tal razón, la tradición señala que fue llevado ante el Tribunal Supremo de la Nación, el Sanedrín, para ser acusado con falsos testigos, los cuales argumentaron que Esteban afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés.
Sin embargo, el santo no se atemorizó, y por el contrario, pronunció un impresionante discurso en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel (Hechos 7) y a través del cual exhortó a los judíos a rectificar, reprendiéndolos por haber llegado al extremo de no sólo no reconocer al Salvador, sino de haberlo además crucificado.
Llenos de ira, éstos lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon.
Los que lo apedreaban dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo (el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de este mártir) y que aprobaba aquel delito. Mientras lo apedreaban, Esteban decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas dijo con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y diciendo esto, murió.
Los cristianos lo rescataron y dieron a su cuerpo digna sepultura.
Fuente; Aciprensa


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          El Movimiento de Cursillos de Cristiandad 
de Albacete

te desea



¡Una Santa y Feliz Navidad de colores!


La Kalenda o Pregón Pascual



El Martirologio Romano prevé el canto de la Kalenda o Pregón Navideño en el día de la Vigilia de Navidad, en la conclusión de las Laudes o de una hora menor de la Liturgia de las Horas.
En 2008, el Papa Benedicto XVI dispuso que sea cantada al final de la breve vigilia de preparación a la Misa de Nochebuena, antes de que comience la procesión de entrada.
El nuevo texto tiene algunas diferencias con el del Martirologio, suponemos que efectuadas para adecuarse a los descubrimientos efectuados por la ciencia. Por ejemplo, mientras que  el texto del Martirologio dice que el nacimiento de Jesucristo se verificó en el año 5199 de la creación del mundo, el texto moderno trae: «transcurridos innumerables siglos desde la creación del mundo».



Texto en español

Octavo de las calendas de enero; luna octava.
Transcurridos innumerables siglos desde la creación del mundo, cuando en el principio creó Dios el cielo y la tierra, y formó al hombre a imagen y semejanza Suya.
Después de muchos siglos desde entonces, después del Diluvio,
en que el Altísimo pusiera su arco en las nubes como signo de alianza y de paz.
Veintiún siglos después de la emigración de Abrahán, nuestro padre en la fe, de Ur de Caldea.
Trece siglos después de la salida del pueblo de Israel de Egipto,
bajo la guía de Moisés.
Cerca de mil años después de la unción de David como rey.
En la semana sexagésima quinta según la profecía de Daniel.
En la Olimpíada ciento noventa y cuatro.
El año setecientos cincuenta y dos de la fundación de la Urbe.
El año cuarenta y dos del imperio de César Octavio Augusto,
estando todo el orbe en paz:
Jesucristo, eterno Dios e Hijo del Eterno Padre, queriendo
consagrar el mundo con su piadosísima venida, del Espíritu Santo concebido, nueve meses después de su concepción:

(de rodillas)

En Belén de Judea nace, de María Virgen, hecho hombre.

(de pie)

La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo según la carne.


Fuente: Blog 'Página Católica'.




Antífonas de Adviento

23 de Diciembre




Latín:
O Emmanuel, Rex et legifer noster,
exspectatio Gentium, et Salvator earum:
veni ad salvandum nos, Domine, Deus noster.

Español:
Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro,
esperanza de las naciones y salvador de los pueblos:
ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.

Isaías había profetizado:
«Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.» Isaías, 7:14

Fuente: Wikipedia



Antífonas de Adviento

22 de Diciembre



O Rex Gentium


Latín:
O Rex Gentium, et Desideratus earum,
lapisque angularis, qui facis utraque unum:
veni, et salva hominem,
quem de limo formasti.

Español:
Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos,
Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo:
ven y salva al hombre,
que formaste del barro de la tierra.

Isaías había profetizado:
«Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado.Estará el señorío sobre su hombro, y se llamará su nombre "Maravilla de Consejero", "Dios Fuerte", "Siempre Padre", "Príncipe de Paz".» Isaías, 9:5


Antífonas de Adviento

21 de Diciembre


O Oriens


Latín:
O Oriens,
splendor lucis aeternae, et sol justitiae:
veni, et illumina sedentes in tenebris, et umbra mortis.

Español:
Oh Sol que naces de lo alto,
Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia:
ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

Isaías había profetizado:
«El pueblo que andaba a oscuras vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos.»   Isaías, 9:1-2
Fuente: Wikipedia



Antífonas de Adviento

20 de Diciembre


O Clavis David


Latín:
Clavis David, et sceptrum domus Israel;
qui aperis, et nemo claudit;
claudis, et nemo aperit:
veni, et educ vinctum de domo carceris,
sedentem in tenebris, et umbra mortis.

Español:
Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel;
que abres y nadie puede cerrar;
cierras y nadie puede abrir:
ven y libra a los cautivos
que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

Isaías había profetizado:
«Pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; abrirá, y nadie cerrará, cerrará, y nadie abrirá.» Isaías, 22:22


Antífonas de Adviento


19 de Diciembre

O Radix Jesse


Latín:
O Radix Jesse, qui stas in signum populorum,
super quem continebunt reges os suum,
quem Gentes deprecabuntur:
veni ad liberandum nos, jam noli tardare.

Español:
Oh Renuevo del tronco de Jesé,
que te alzas como un signo para los pueblos;
ante quien los reyes enmudecen,
y cuyo auxilio imploran las naciones:
ven a librarnos, no tardes más.

Isaías había profetizado:
«Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará.»Isaías, 11:1
«Aquel día la raíz de Jesé que estará enhiesta para estandarte de pueblos, las gentes la buscarán, y su morada será gloriosa.»  Isaías, 11:10

Fuente: Wikipedia





18 de Diciembre

Nuestra Señora de la Esperanza

En esta tercera semana de Adviento, es imposible preparar la Navidad prescindiendo de la indecible contemplación del gozo esperanzado que poseyó Santa María por el futuro próximo de su parto.
Eso es lo que se quiere expresar con "La Expectación del Parto", o "El Día de Santa María" como se le llamó también en otro tiempo, o "Nuestra Señora de la O", como popularmente se le denomina hoy.
Fue en España, concretamente en Toledo, en el décimo Concilio que se celebró en el año 656, siendo San Eugenio el Obispo de aquella sede y que posteriormente un muy devoto de la Virgen María -San Ildefonso- se tomó bastante en serio propagar.
La intuición del pueblo denominando a la expectante joven Doncella "Virgen de la O" está basada en la directa contemplación de las obras pictóricas o culturales que presentan piadosamente la natural redondez abultada de la Virgen grávida. El origen del título es, no obstante, más espiritual, más fino, más litúrgico y menos somático. Tiene su origen en que las antífonas marianas del rezo de Vísperas comienzan con la O: O Sapientia, O Adonai, O Emmanuel... veni!
Fuente: Santopedia






Antífonas de Adviento

18 de Diciembre


O Adonai

Latín:
O Adonai, et Dux domus Israel,
qui Moysi in igne flammae rubi apparuisti,
et ei in Sina legem dedisti:
veni ad redimendum nos in brachio extento.

Español:
Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel,
que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente
y en el Sinaí le diste tu ley:
ven a librarnos con el poder de tu brazo.

Isaías había profetizado:
«Juzgará con justicia a los débiles, y sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra. 
Herirá al hombre cruel con la vara de su boca,
con el soplo de sus labios matará al malvado.
Justicia será el ceñidor de su cintura,
verdad el cinturón de sus flancos.»Isaías, 11:4-5

Fuente: Wikipedia
                                                                                                                             


Antífonas de Adviento

17 de Diciembre


O Sapientia



Latín:
O Sapientia, quae ex ore Altissimi prodiisti,
attingens a fine usque ad finem,
fortiter suaviterque disponens omnia:
veni ad docendum nos viam prudentiae.

Español:
Oh, Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo,
abarcando del uno al otro confín,
y ordenándolo todo con firmeza y suavidad:
ven y muéstranos el camino de la salvación.

Isaías había profetizado:
«Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh.
Y le inspirará en el temor de Yahveh.» Isaías, 11:2-3

Fuente: Wikipedia


Antífonas de Adviento

Las antífonas de Adviento, también conocidas como antífonas mayores, o Antífonas "O" (por la letra con la que comienzan) son antífonas utilizadas en la Liturgia de las Horas, durante las vísperas de los últimos días del Adviento en varias tradiciones litúrgicas cristianas.
Cada antífona es uno de los nombres de Cristo, uno de sus atributos mencionados en las Escrituras. Son:
·                 17 de diciembre: O Sapientia (O Sabiduría)
·                 18 de diciembre: O Adonai (O Adonai)
·                 19 de diciembre: O Radix Jesse (O Raíz de Jesé)
·                 20 de diciembre: O Clavis David (O Llave de David)
·                 21 de diciembre: O Oriens (O Amanecer)
·                 22 de diciembre: O Rex Gentium (O Rey de las naciones)
·                 23 de diciembre: O Emmanuel (O Emmanuel)

Orígenes

Se desconoce el origen exacto de las antífonas de Adviento. Boecio (480–524/5) hace una breve referencia a ellas, sugiriendo de este modo su existencia en su época. En la Abadía benedictina de san Benito, en Fleury (cerca de Orleans), recitaban estas antífonas el abad y otros superiores de la abadía en rango descendente, y luego se entregaba un obsequio a cada miembro de la comunidad. Ya en el siglo VIII se utilizan en las celebraciones litúrgicas en Roma. El uso de las antífonas de Adviento en los monasterios era tan frecuente que expresiones como «no olvides las O» y «las grandes antífonas de Adviento» formaban parte del habla común. De este modo, podemos concluir que de alguna manera las antífonas de Adviento han sido parte de la tradición litúrgica desde los primeros tiempos de la Iglesia.
Fuente: Wikipedia