Junio, mes del
Sagrado Corazón
de Jesús
(III)
Una
reflexión para cada día del mes de junio
Corazón amantísimo de Jesús digno
de todo amor y de toda mi adoración; movido por el deseo de reparar y de lavar
las ofensas graves y numerosas hechas contra ti, y para evitar que yo mismo me
manche de la culpa de la ingratitud, te ofrezco y te consagro enteramente
mi corazón, mis afectos, mi trabajo y todo mi ser.
Por cuanto son pobres mis méritos,
¡oh Jesús!, te ofrezco mis oraciones, mis actos de penitencia, de humildad, de
obediencia y de las demás virtudes que practicaré hoy y durante mi vida entera
hasta el último suspiro.
Propongo hacer todo por tu gloria,
por tu amor y para consolar a tu Corazón. Te suplico aceptes mi humilde
ofrecimiento por las manos purísimas de tu Madre y Madre mía María.
Dispón de mí y de mis cosas, Señor,
según el beneplácito de tu Corazón. Amén.
P. León Dehón
5.-LOS MANDAMIENTOS DE DIOS
Jesús habló claramente: "Si me
amas, guarda mis mandamientos" ¿Quieres salvarte? Observa mis mandamientos.
Aquí no hay escapatoria: para querer bien a Jesús y para salvarte, es necesario
que hagas lo que Él te manda: observar sus santos mandamientos.
A ti no te queda más que obedecer.
Sí, es necesario obedecer. Pero la obediencia debe ser completa; observarlos
todos y siempre.
Dios no ha dado ni cinco, ni siete
mandamientos, sino diez; y al infierno se va lo mismo por transgredir uno que
los diez. A la cárcel no se va por cometer muchos delitos; basta un solo
delito.
Fuente:
Web Católico de Javier