El
Adviento
Reflexión de San Juan
Pablo II, 1978
I
En espera del Señor
Estamos
ya habituados al término «adviento»; sabemos qué significa; pero precisamente
por el hecho de estar tan familiarizados con él, quizá no llegamos a captar
toda la riqueza que encierra dicho concepto.
Adviento
quiere decir «venida».
1.
Si bien el tiempo litúrgico de Adviento no comienza hasta el domingo próximo,
deseo empezar a hablaros hoy de este ciclo.
Por lo tanto,
debemos preguntarnos: ¿Quién es el que viene?, y ¿para quién viene?
En
seguida encontramos la respuesta a esta pregunta. Hasta los niños saben que es
Jesús quien viene para ellos y para todos los hombres. Viene una noche en
Belén, nace en una gruta que se utilizaba como establo para el ganado.
Esto
lo saben los niños, lo saben también los adultos que participan de la alegría
de los niños y parece que se hacen niños ellos también la noche de Navidad. Sin
embargo, muchos son los interrogantes que se plantean. El hombre tiene el
derecho, e incluso el deber, de preguntar para saber. Hay asimismo quienes
dudan y parecen ajenos a la verdad que encierra la Navidad, aunque participen
de su alegría.
Precisamente
para esto disponemos del tiempo de Adviento, para que podamos penetrar en esta
verdad esencial del cristianismo cada año de nuevo.
Catequesis del Papa San Juan Pablo II
29 de noviembre de 1978
29 de noviembre de 1978
Fuente: Aciprensa.