«Sólo en comunión fructifica el carisma» EG 130

Los 50 Consejos del Padre Pío para una Vida en Gracia (III)
Pequeñas "florecillas" del más famoso franciscano 
del siglo XX


21.             Dios puede rechazar todo en una criatura concebida en pecado y que lleva la marca indeleble heredada de Adán, pero no puede en absoluto rechazar el sincero deseo de amarle.

22.            La humildad y la caridad van al paso. Una glorifica y la otra santifica. La humildad y la caridad son las cuerdas maestras, todas las demás dependen de ellas: una es la más baja, la otra la más alta. La conservación de todo el edificio depende de la cimentación y del tejado.

23.            Si se tiene el corazón ejercitado en humildad u caridad, no habrá dificultades con las demás. Estas son las madres de las virtudes, aquellas le siguen como hacen las crías con sus madres.

24.            Di tu también siempre al dulcísimo Señor: quiero vivir muriendo, para que de la muerte venga la vida que no muere y ayude a la vida a resucitar a los muertos.

25.            Debes humillarte ante Dios antes que abatir tu ánimo, si Él te reserva los sufrimientos de Su Hijo y quiere hacerte experimentar tu debilidad: debes elevar a Él la oración de la resignación y de la esperanza, aunque caigas por fragilidad, y darle las gracias por tantos beneficios de que te está enriqueciendo.

26.            Besa a menudo con afecto a Jesús y le compensarás por el beso sacrílego del apóstol Judas.

27.            Procura avanzar en la caridad: ensancha tu corazón con confianza a los divinos carismas que el Espíritu Santo quiere derramar en él…

28.            Si queremos recoger es necesario no tanto sembrar mucho, como esparcir la semilla en buen campo, y cuando esta semilla se vuelva planta, vela para que la cizaña no sofoque las plantas tiernas.

29.         ¿Amas desde hace tiempo al Señor? ¿Le amas ahora? ¿No ansías amarlo para siempre?

30.            No tengas ningún miedo.