El Evangelio de Marcos nos narra un día en la vida de Jesús.
La misericordia y la ternura eficaz es la respuesta de Dios a las vidas rotas
por el dolor. Jesús se acerca a la suegra de Pedro, la coge de la mano y la
levanta (Mc 1, 31). Todo un recordatorio de lo que es la vocación cristiana (Mc
16, 15-18). Pero Jesús no se deja arrastrar por el éxito de su acción curadora,
no busca el brillo y la popularidad a través de los milagros. Manda callar a
los demonios, porque no es el momento de manifestar plenamente quién es. Eso ya
llegará más tarde.
Un día de la vida de Jesús, actividad y trabajo. Pero en su
corazón, la nostalgia y el anhelo de estar con su Padre, largamente y a solas,
saboreando esa relación que lo es todo para el Hijo. Todo el mundo busca a un
Jesús, cuyo misterio está precisamente ahí, en la intimidad de su corazón, que
ahora es el nuestro. Sanación y contemplación, servicio y descanso en el pecho
del Señor. Programa para un día santo.
Fuente: Mikel Garciandía Goñi en Buigle