¿Qué es Adviento?
Adviento
es un tiempo cuyo nombre (adventus) significa “venida”.
El tiempo de Adviento tiene dos características: es a la vez un tiempo de preparación a las solemnidades de Navidad en que se conmemora la primera Venida de Hijo de Dios entre los hombres, y un tiempo en el cual, mediante esta celebración, la fe se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos.
Un tiempo para vivir y celebrar, bajo el signo de “encuentro” entre un Dios que viene al encuentro del hombre, y el hombre en busca de Dios.
Adviento es tiempo de conversión. Y tiempo de espera.
Desde Adviento hasta el Bautismo del Señor
Las Fiestas del Advenimiento
Los domingos de Adviento, las festividades de Navidad y la evocación del bautismo de Jesús, forman un conjunto que podemos llamar la celebración de la Venida del Señor, recordando que la palabra “Adviento” significa justamente “advenimiento, venida”.
Navidad recuerda la Venida del Salvador en la humildad de nuestra carne humana y se desarrolla en múltiples facetas: no sólo la Venida del Niño (noche de Navidad) y el misterio de Verbo hecho carne (Navidad día), sino también, Dios entrando en el tejido de las relaciones familiares (Santa Familia), y Dios resaltando la misión de María (1° de Enero).
La Epifanía, mucho más celebrada en las Iglesias de Oriente, nos revela el alcance universal de la Venida de Dios entre los hombres mientras, que el Bautismo inaugura la misión concreta de Jesús, el Salvador: el Espíritu Santo lo consagra como enviado de Dios, al descender sobre Él en su forma visible.
El tiempo de Adviento tiene dos características: es a la vez un tiempo de preparación a las solemnidades de Navidad en que se conmemora la primera Venida de Hijo de Dios entre los hombres, y un tiempo en el cual, mediante esta celebración, la fe se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos.
Un tiempo para vivir y celebrar, bajo el signo de “encuentro” entre un Dios que viene al encuentro del hombre, y el hombre en busca de Dios.
Adviento es tiempo de conversión. Y tiempo de espera.
Desde Adviento hasta el Bautismo del Señor
Las Fiestas del Advenimiento
Los domingos de Adviento, las festividades de Navidad y la evocación del bautismo de Jesús, forman un conjunto que podemos llamar la celebración de la Venida del Señor, recordando que la palabra “Adviento” significa justamente “advenimiento, venida”.
Navidad recuerda la Venida del Salvador en la humildad de nuestra carne humana y se desarrolla en múltiples facetas: no sólo la Venida del Niño (noche de Navidad) y el misterio de Verbo hecho carne (Navidad día), sino también, Dios entrando en el tejido de las relaciones familiares (Santa Familia), y Dios resaltando la misión de María (1° de Enero).
La Epifanía, mucho más celebrada en las Iglesias de Oriente, nos revela el alcance universal de la Venida de Dios entre los hombres mientras, que el Bautismo inaugura la misión concreta de Jesús, el Salvador: el Espíritu Santo lo consagra como enviado de Dios, al descender sobre Él en su forma visible.
Los Cuatro Domingos de Adviento
Cada año, la elección de los evangelios nos hace seguir una progresión en los 4 domingos de Adviento:
• El primer domingo nos orienta hacia la Venida del Señor al final de la historia y el mensaje es el de la vigilancia;
• El
segundo domingo está centrado en la figura de Juan Bautista y el mensaje es el
de la paciencia y de la preparación activa para la Venida del Señor;
• El
tercer domingo, también centrado en el Bautista, nos orienta con más fuerza
hacia la persona de Aquél que viene; el mensaje es el de la alegría por
la venida muy cercana;
• El
cuarto domingo contempla el misterio de la Encarnación de Dios en María; el
mensaje: una preparación profunda del misterio de la Navidad.
2. Adviento no es, pues, una simple preparación de Navidad.
Celebra a la vez la última Venida del Señor que dará todo su sentido a nuestra
historia; pero también celebra al Señor que viene cada día a nosotros con una
presencia muy real, pero que nos da la sed de Él, más fuerte y palpable.
Esta es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.